domingo, 23 de octubre de 2011

Amar en libertad

Dentro de mí suena una melodía cuando llega mi amigo, y es mi melodía la que me hace felíz, y cuando mi amigo se va me quedo lleno con su música que enriquece mi armonía.


La felicidad es evidente siempre si no le pones estorbos.
 Los estorbos más grandes de la felicidad pueden ser los apegos.
 Lo que importa no es ni tú ni yo, sino la relación, libre de exigencias.
 Hagas lo que hagas no tengo miedo a que me ofendas ni a ofenderte.
 No tengo ningún deseo de impresionarte.
Prefiero ser sencillamente lo que soy, con mis formas y deseo que me aceptes así.
 Así, sin los cristales de los deseos, te veo como eres, y no como yo desearía que fueses, y así te quiero ya, sin miedo a que te escapes, a que me faltes, a que no me quieras.
Sólo en la libertad se ama.
 Cuando amas la vida, la realidad, con todas tus fuerzas, amas mucho más libremente a las personas.
La causa de mi felicidad no es el amigo, pero brota cuando estoy con él.
 Antes creía que la sinfonía sonaba sólo cuando estábamos juntos, pero ahora veo que la felicidad no es casual......Dentro de mí suena una melodía cuando llega mi amigo, y es mi melodía la que me hace felíz, y cuando mi amigo se va me quedo lleno con su música que enriquece mi armonía.
-Anthony de Mello



viernes, 21 de octubre de 2011

Creo en mi



                                                                    Creo en mi,
Creo en mis formas, en mis caminos; en esos que duelen o que demoran, pero que rinden frutos.
Creo en el sendero de la verdad, en el sendero difícil.
Creo en mi alma.
Creo en mis palabras, en mis abrazos y en mis miradas.
...
Creo en quién soy y por lo tanto, en quien a pesar de las derrotas no tengo intención de dejar de ser.
Creo en mi sueño, en el magnífico sueño que seguiré construyendo hasta que no me queden más fuerzas para creer.
Creo en mi destino, en mi historia, en mis pasos y en mi experiencia.
Creo en mis ganas de dar y creo en el mundo maravilloso que espera recibir mi gota de ayuda.
Creo en la amistad, en los besos, en la lluvia, en las sonrisas y en los secretos.
Creo en mi esfuerzo por crecer, en mis ganas de crecer.
Creo en la vida y en la energía con que toca todas las cosas.
Creo en el destino y en un futuro de regalos para quienes afrontan el desafío de ser fieles a sí mismos.
Creo en mi, sobre todo creo cuando caigo, cuando no tengo fuerzas, cuando el viento sopla y mis velas ceden.
Sigo creyendo en aguantar y volver con todas mis fuerzas para seguir y seguir creyendo, y seguir andando y seguir viviendo.
Creo en los sentimientos que pueden hacer de cada día un sol distinto y por supuesto…Creo en el Amor y en ese modo indescriptible de estar parado ante la vida, en esa manera intrépida de hacer transcurrir el tiempo, en esa forma tan peligrosa y a la vez tan excitante de tener el corazón abierto.
Creo en mi…
Cree en ti…
Somos amados y benditos



La mirada integradora





El Itaca soñado que anima nuestros pasos,
ese horizonte azul
trenzado por la búsqueda,
no es tan lejano, siquiera tan oculto.
Tal vez comience aquí, en el microcosmos.

En estos diminutos espacios compartidos
se sostiene o traiciona,
casi siempre con trajes invisibles
cuanto predicamos o decimos
en las grandes palabras, las tribunas, los libros.

Por eso para el viaje conviene recordar
que se aprende y renueva el amor en lo pequeño,
en ese habitual rincón donde uno se desnuda,
allí donde se ríe, se sueña, se solloza,
entre manos que curan las heridas antiguas
y recubren de luz silenciosa las nuevas.

El camino de Itaca es en sí mismo el puerto,
la presencia que alcanza y fecunda el ahora
cuando vemos sin prisa nuestra huella en la hierba,
el ruido con que abre le ventana diaria
y esos rostros amigos, tan faltos de tersura,
a los que despoblaron las arrugas del tiempo.

El amor sin fronteras, el amor de lo extenso,
se siembra en estos surcos.
No es posible hacerse estrella
sin ser antes
terrón de hierba fresca
arraigado en el suelo de lo propio.

La apertura a la vida se alimenta
de pequeños senderos sin murallas,
abrazos que se dan entre silencios
a aquellos que nos riegan con su simple mirada
entre tanto la nuestra les dice: no estás solo.

Avanzar hacia Itaca disfrutando del día,
desde un presente incierto que esquiva las promesas,
requiere al tiempo de un tránsito interior,
allí donde pasiones, sonrisas, silencios,
no tienen grandes nombres:
sólo se llaman madre, amigo, compañera...

El misterio del mundo vive en este holograma
que lo contiene todo y todo lo anticipa.
Se esconde en el secreto de una taza de té,
en el encuentro cómplice y nocturno
con unos ojos que saben quiénes somos..


(Autora María Novo)http://www.ecoarte.org/escritos2a.htm

jueves, 20 de octubre de 2011

Reviviendo lo sagrado


Espiritualidad, crecimiento interno, religión (la que realmente religa, no la que somete), pintura, música, deporte, conversación, copa de vino, miradas, Amor, silencio, automaestría, son nombres que se me ocurren para denominar la posibilidad de encontrar a Dios (o como quieran llamar al origen de nuestra existencia) en nuestra vida cotidiana. Nada más que disfrutando de vivir en la Tierra. Sin ...tiendo a Dios en todo. En un beso está Dios, en un abrazo, en una caminata, en el olor de una flor, en el sonido de la lluvia en el cemento, en las luces de la ciudad, en el pasto verde de una pradera, en la luna y el sol, en un cielo nublado, en el viento, en cada llanto de dolor o de felicidad, en un suspiro, en las certezas, en la música, en tu canto desafinado, en un plato de comida (cualquiera, la que te guste), en lavarte los dientes, en dormir, en despertar, en acariciarte tú mismo, en abrir la puerta de tu casa, en los imprevistos (porque allí podrás encontrar respuestas), en tu cuerpo tal cual es, en tu necesidad de sanar; y está también en tu rabias, en tus errores, en tus miedos e incertidumbres, ya que todo es parte de tu interior, ese hermoso espacio único y universal. Nada está bien o mal si nace desde tu corazón. Acepta lo que el mundo tiene para ofrecerte, todo, ya que si luchas contra alguna cosa en tu realidad, estarás luchando contigo mismo (y el objetivo es justamente que te ames a ti mismo sin condiciones, sólo así amarás al mundo y a los demás), estarás en tensión, y la tensión es miedo y desconfianza; estarás lejos del Amor. En este camino, en este viaje de reconocimiento no hay ni espacio ni tiempo…, y todo es perfecto y verdadero. No tengas miedo, no dudes; date cuenta desde tu corazón, que todo lo que pase para que logres autonomía, para crear una vida sin definiciones externas, es parte de un hermoso y magnífico orden, que tú mismo ayudaste a crear. Acepta y nútrete de tu sabiduría en cada acto cotidiano; eso es automaestría. Y recuerda siempre que nuestra vida es en la Tierra, porque el Cielo ya está aquí, ya lo trajimos, y no se irá. Autor: ROBERTO CABRERA OLEA* /Libro: Automaestria

martes, 18 de octubre de 2011

ALTOS VUELOS


Hoy me he escabullido
 de las toscas ataduras de la Tierra
y he danzado en los cielos con alas aureoladas de risas.
He trepado hacia el sol
 y me he unido al agitado regocijo de las nubes.
He hecho cien cosas que nunca soñaste...
revoloteando, remontando, bamboleando...
Allí, en el alto silencio que el sol ilumina.

He cazado al viento clamoroso,
 y he lanzado mi impaciente nave
por los caprichosos palacios del aire.
Arriba...arriba...en el alto, delirante, ardiente azul
he coronado grácilmente
 las alturas barridas por el viento
Donde nunca voló una alondra,
ni tan siquiera un águila
Y, cuando, con mente silenciosa y elevada,
he hollado la alta e inmaculada santidad del espacio,
he sacado la mano y he tocado el rostro de Dios.
                                  






lunes, 17 de octubre de 2011

Padre, que le han hecho al río. Padre, que le han hecho al bosque...


Padre, decidme qué le han hecho al río que ya no canta.
Resbala como un barbo muerto bajo un palmo de espuma blanca.
Padre, que el río ya no es el río.
Padre, antes de que llegue el verano esconded todo lo que esté vivo.
Padre, decidme qué le han hecho al bosque que ya no hay árboles.
En invierno no tendremos fuego ni en verano sitio donde resguardarnos.

Padre, que el bosque ya no es el bosque.
Padre. antes de que oscurezca llenad de vida la despensa.
Sin leña y sin peces, padre tendremos que quemar la barca,
labrar el trigo entre las ruinas, padre, y cerrar con tres cerrojos la casa
y decía usted...
Padre si no hay pinos no habrá piñones, ni gusanos, ni pájaros.
Padre donde no hay flores no se dan las abejas, ni la cera, ni la miel.
Padre que el campo ya no es el campo.
Padre mañana del cielo lloverá sangre.
El viento lo canta llorando.
Padre ya están aquí...
Monstruos de carne con gusanos de hierro.
Padreno, no tengáis miedo, y decid que no,
que yo os espero.
Padre que están matando la tierra.
Padre dejad de llorar que nos han declarado la guerra.